CIRUGÍA REFRACTIVA
Los errores de refracción como la miopía, la hipermetropía, la presbicia, y el astigmatismo son problemas muy comunes de los ojos. La mayoría de las personas tienen uno o más de ellos, y generalmente son fácilmente corregidos con anteojos o lentes de contacto.
Para una visión nítida es necesario que la córnea (la ventana transparente más anterior del ojo) y el cristalino (situado detrás de la pupila), que actúan como unas lentes, hagan que los rayos de luz incidan en la retina, situada en la parte más posterior del globo ocular. La retina recibe las formas de los objetos y la luz, y transmiten esta información al cerebro a través del nervio óptico. El cerebro reconoce los objetos e “interpreta” esta información.
La miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son causados por diferencias en la longitud o en la forma del ojo. La presbicia (o vista cansada), en cambio, se produce cuando el cristalino, a causa de la edad, pierde capacidad de enfocar los objetos que hay cerca suyo.
Todas estas condiciones se denominan “errores refractivos” porque los ojos afectados no pueden enfocar correctamente los objetos sobre la retina.
Los síntomas principales de los errores refractivos son la visión borrosa, picazón, sensación de tensión en los ojos y, ocasionalmente, dolor de cabeza, estos últimos provocados por un sobreesfuerzo continuado. Estos síntomas suelen desaparecer al corregir el defecto, ya sea con anteojos, lentes de contacto o por cirugía.
CIRUGÍA CON EXCIMER LASER (LASIK, LASEK)
El método quirúrgico para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo es la cirugía refractiva utilizando un excimer laser.
La cirugía refractiva con láser más utilizada, por su probada seguridad y eficacia, es la técnica denominada LASIK. En la actualidad, el láser excimer permite realizar tratamientos personalizados para aumentar la precisión de la corrección y la calidad de visión en situaciones especiales como la visión nocturna, además de respetar de forma más eficiente del espesor de la córnea.
La cirugía con láser se realiza con anestesia tópica (gotas anestésicas) en pocos minutos y tiende a restaurar la visión en pocas horas, de modo que el paciente puede con frecuencia realizar la mayoría de sus actividades habituales al día siguiente de la operación sin necesidad del uso de corrección óptica. En ningún momento del procedimiento se utilizan agujas para anestesia ni suturas. Gotas de antibióticos y antinflamatorios postoperatorias son usadas por una semana a 10 días luego de la cirugía de LASIK.
Para ser candidato a este tipo de cirugía hay que ser mayor de 21 años, entre otras cosas.
MÁS INFORMACIÓN EN EL SERVICIO DE CATARATAS Y CIRUGÍA REFRACTIVA